La ruta discurre por varios ecosistemas bien diferenciados. Pasaremos al menos un par de tramos que son denominados “Llanos”. Se trata de extensiones desarboladas dedicadas al ganado de forma principal, donde solo encontraremos pastos y algo de cereales de invierno. Estos tramos coinciden con el principio, tras salir de Trujillo, y corresponderían con los Llanos de Santa Marta de Magasca en primer lugar, y con la zona que une La Cumbre con Ibahernando en segundo lugar; y al finalizar la ruta, en el tramo entre Ibahernando y Trujillo. Estos parajes son buenos para observar fundamentalmente aves esteparias como avutardas, sisones, alcaravanes, aguiluchos cenizos, gangas… pero también para críalos, buitres negros, carracas…. aunque tampoco es descabellado ver alguna de las cigüeñas negras que “salpican” los alrededores. Otro de los ecosistemas que nos cobijara a lo largo de la ruta es la dehesa. Sin duda un excelente paisaje para el milano real, águila calzada, alcaudón común, gorrión chillón y con algo de suerte incluso el elanio común. Pero además de estos 2 paisajes predominantes en la ruta, nos brinda esta un ejemplo de robledal de roble melojo al pasar por Robledillo de Trujillo. Si se quiere disfrutar de este tipo de ecosistema y de una magnificas vistas sugerimos abandonar un momento la ruta marcada y subir a la sierra de Robledillo (Ruta PR-CC 232 “Cerro Molliquero”). Aquí podremos ver algunas aves que no teníamos previsto. El recorrido también nos cruzará por el Río Búrdalo en un par de ocasiones lo que sin duda nos permitirá aumentar las especies de aves observadas, en este caso con aves típicas de estas riberas como oropéndola, carriceros, gallineta,…. En el momento de escribir este texto se está finalizando la construcción del embalse sobre el río Búrdalo que le añadirá sin duda otro aliciente a la ruta.