La ruta sin duda ofrece buenas oportunidades para observar todo tipo de aves pero un grupo destaca por encima de los demás: las rapaces, y más concretamente el grupo de los buitres. Buitre leonado, alimoche, buitre negro, águila calzada, culebrera europea e incluso el águila real no deben ser difíciles observar en buena parte del recorrido. La cercanía de diversos riberos como el del Almonte o de los cortados que ven discurrir los ríos Tietar y Tajo, en el corazón del Parque Nacional de Monfragüe, hacen que otra especie destacada en este paseo deba ser la Cigüeña negra. En primavera, podemos encontrar cantando currucas: carrasqueña, tomillera, mirlona, sumándose a las residentes currucas rabilarga, capirotadas y cabecinegra. Pero además en las cercanías del arroyo de la Vid y de las zonas de matorral nos deparan uno de los mejores lugares para escuchar la Alondra totovía y ver la cogujada montesina. Aunque pensada principalmente para rapaces, este recorrido nos ofrece la posibilidad de hacer otra parada bien diferente, en este caso el pantano del arroyo de la vid, visible desde la carretera que llevamos (Antigua N-V). Cercano a este punto también es muy factible observar Serapias lingua (especie del grupo de las orquídeas)